Amor de mí por vos y de vos por otro



1,72 metros del recuerdo de un único abrazo y espaldas boca arriba que se ha refugiado en cada uno de los pliegues de los mil ciento treinta centímetros cúbicos de mi cerebro. Eres las notas que salen de la boca del saxofón que nunca aprendí a tocar. Eres mi viaje a Rusia, a la Gran Muralla China, cada idioma que ansío controlar, cada  país en el que no he estado. Eres el tren de cercanías que pasa de largo entre nuestras bocas secas. Eres 1,72 de no miradas, 1,72 de no carcajadas. Eres aquel libro del que no había oído hablar, eres las preguntas y respuestas electrónicas que reaniman mi ánima. Eres ese martes en el que cruzamos la calle en sentido contrario. Eres el recuerdo que no tienes, el recuerdo que no tengo, mi gran intento por crearlo.

Eres 1,72 de impresiones, mis impresiones, todas ellas repartidas por cada uno de tus vértices, de los centímetros de tu 1,72 de vida.